domingo, 15 de septiembre de 2013

The search of beginnings.

Algún día sabrás porque todo lo que tocas se desvanece, porque lo realmente importante no alcanza a nuestras manos, huye por lo poros de nuestra piel allá donde no pueda ser destruido o masacrado. Son ese tipo de cosas que constituyen nuestros pilares, y como todo sustento, debe ser protegido.
Y quizás cuando hablamos de este tipo de cosas nos referimos a algo que sentimos tan nuestro y se nota en lo hondo del pecho, hacemos referencia a "nuestros hogares", pero yo siempre he sido de la opinión de que un hogar no es lo mismo que una casa, un hogar (para la gente que sabe de vivir) son personas, y como las personas, si nos envuelve con su olor y calidez ya pueden formar parte de nosotros, y viceversa.
Y tal vez, cuando hagamos una larga travesía, hayamos sentido que nos han arrancado y dado muchas cosas en la vida y hayamos encontrado un hogar, un lugar al que pertenecer, alguien nos preguntará que dónde se encuentra dicho hogar, y entonces, y solo entonces, responderemos con el nombre de la única cosa importante que se ha quedado a nuestro lado, ignorando el peligro que corre de ser dañada y que dejará que nuestras manos la toquen para poder estrecharla entre nuestros brazos.

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