martes, 31 de enero de 2012

Las mariposas murieron hace tiempo.


Las mariposas murieron hace tiempo.

Las mariposas de su estómago habían muerto hace tiempo, si, las mismas que antes estaban ahí, las que hacían que le doliese cada vez que lo veía.
Poco a poco fue cayendo, antes de que pudiese notarlo algo había muerto ya en ella, todo comenzó una tarde lluviosa de abril, desde entonces probaba algo de esa droga tan adictiva, algunos besos robados y un par de caricias, ella se conformaba con tenerle 5 minutos.
Cuando llegó diciembre se dio cuenta, de todos esos absurdos meses ocultos tras mentiras y más mentiras, demasiado tarde, se había acostumbrado a él, a respirarle, a ser con él, todo aquello era un vicio, estaba demasiado metida, no soportaría el mono  de no verle ni siquiera un día, sabía que se debía desintoxicar, había probado demasiado de aquel dulce veneno, como pudo lo fue dejando lentamente, al final sólo quedaron algunas miradas de su parte para poder sobrevivir, sabía que aquello no volvería a ser lo mismo, sabía que ella no era ni sería la misma, que una parte de ella había muerto al enterrar las mariposas. 

domingo, 29 de enero de 2012

Ya no duele, sólo escuece.

Un  corazón roto lloraba en la noche de un sábado de Marzo, las farolas dibujaba su sombra sobre el frío asfalto, sus lágrimas resbalaban y caían, y con ellas dolor, en grandes cantidades, y rabia acumulada, puede que también algo de impotencia y odio, aquella mezcla formaba cada una de sus lágrimas, su respiración irregular, sus uñas Naranjas ya bastantes estropeadas por el tiempo, se notaba que la vida no la había tratado bien en los últimos meses, mientras se tapaba la cara con sus manos temblorosas recordaba el motivo de todo aquello, se repetía una y otra vez sin cesar en su cabeza, cada vez dolía más, mientras el cielo rugía y comenzaba a llover, sobre su piel caían las gotas de lluvia, frías, hacían que se estremeciese, que su piel se erizase, largos escalofríos la sacudían, la lluvia se mezcló con sus lágrimas, dejando ver solamente un bonito rostro mojado por la lluvia de Marzo, unos ojos verdes que parecían tristes y melancólicos y un corazón demasiado roto. 

Otro domingo en el calendario.

Sin duda olía a domingo, un extraño olor a mañana y a desayuno, hacía el frío típico de Enero, el tiempo transcurría como un domingo cualquiera, quizás no tan bueno como un sábado pero no tan malo como un lunes por la mañana, tampoco era un día gris, el sol entraba a su antojo dibujando rayas en la habitación al pasar por la persiana, y yo como otro domingo cualquiera seguía bajo las mantas, arropada hasta la nariz, pensando en que me depararía ese día y toda la semana.
Y la canción del día es...
Pues aquí os lo dejo, espero que os guste
Y buen domingo (:




martes, 24 de enero de 2012

Rescue me.


Nunca prometí nada, sólo un par de zapatos viejos bajo tu cama y canciones que alguna vez habrás escuchado.
Escúchame nunca fui más allá de nada, sólo miré hasta donde me llegaba la vista y en ocasiones te hablé con la voz rasgada.
Háblame de como te han ido estos días de punto y a parte, o si lo prefieres de que es lo que te gusta ver al despertar.
Pídeme lo que quieras aunque sea demasiado, aunque recuerda que nunca prometo nada.
Y nunca prometo nada porque me da miedo que algún día, de algún mes, de algún año y en algunas circunstancias te vayas de aquí, dejes mis promesas y a mi atrás, y también ese amargo sabor de "Quiero y no puedo" y tu último adiós se queden en mi para siempre .

Empiezo a entender de que trata este juego, únicamente tú juegas lo demás están ahí, si, pero sólo para ayudarte cuando realmente sea necesario, no te acostumbres, porque quizás algún día ya no te levantes y te hundas, tendrás que empezar desde el principio una vez más ¿cuántas irán ya?¿unas mil?¿quizás más? No sé he perdido la cuenta.
Lo mejor de este juego es que perder te ayuda más que ganar, perder te ayuda a ganar, es absurdo , si, pero te aseguro que siempre viene bien tocar fondo, coger aire y seguir subiendo, porque nunca viene mal algo de lluvia antes de que salga el Sol.

viernes, 20 de enero de 2012

Detrás de cada sonrisa.Capítulo 5: La cita.

Diez en punto, hotel.
*Toc, toc*
Sería el, Sara me alisó el pelo y como siempre me entro sueño así que después de que terminase y se fuese me tumbé en la cama y me dormí, me levante me puse los tacones y abrí la puerta.
-Hola-saludó con una amabilidad que no conocía hasta ahora.
-Hola-estaba nerviosa, aunque no sabía por qué.
Llevaba un jersey a rayas en tonos azules con una camisa blanca debajo pantalón negro y zapatos, mejor que antes, y llevaba una rosa blanca (un clásico, sólo le faltaba que fuese roja) aunque seguía siendo tan guapo como siempre, con su bonita sonrisa y sus misteriosos ojos, pero no penséis que me estaba enamorando, aquello sólo era como un trato yo quedaba con él, recuperaba mi mochila y nada más.
-Bonito peinado.
-Emm gracias.
¿Peinado pero qué peinado? Si sólo me había alisado el pelo ¿Qué era por empezar con buen pie?¿Para hacerse el simpático? Pero al ver que sonreía maliciosamente me miré en un espejo y lo en tendí todo.
-MIERDA.
Pues sí que empezábamos bien, al haber estado dormida tenía pelos de eso, de recién levantada. ¿Simpático? NO, seguía siendo un borde como cuando lo conocí esta mañana. El pasó dentro de la habitación.
-Que no, que en serio que te queda muy bien-más risas.
-Vete a la mierda.
Lo empujé mientras lo conducía hacia la puerta, pero al intentar cerrarla puso el pie y volvió a entrar.
-Venga ya, péinate un poco y nos vamos.
-Si no es eso, es que eres un borde que ríe de mi.
-Que nooo… Si no me reía de ti, sólo de tu pelo-sonrisa.
Le volví a empujar hacia fuera, pero esta vez me agarró de la cintura y me cogió como si yo fuese un saco de patatas.
-SUÉLTAME.
-Cuando lleguemos.
-QUE NOOO SUELTAMEE.
Protesté hasta llegar al restaurante, tuve suerte porque las calles estabn casi vacías así que nadie nos puedo ver.
-¿SABES QUÉ TE PUEDO DENUNCIAR POR SECUESTRO?
-¿Y tú sabes que yo te puedo denunciar por agresiones?
-Si yo no te he pegado…
-¿Y las patadas y los manotazos?
-Pues porque eres un bruto y me has traído a la fuerza.
-No había otra manera de traerte.
Un camarero interrumpió de repente la discusión.
-¿Les indico ya su mesa señores?
-Si, por favor.
Nos llevó a la terraza, ya que lo de dentro estaba completo, nos puso al lado de un escenario en el que estaban unos músicos tocando unas canciones lentas y en frente había parejas bailando al ritmo de la música, tomamos asiento y pedimos la comida.
-Bueno para denunciarte quiero saber primero tu nombre. ¿No era Noah?
-Si, bueno no, en realidad me llamo Ainoha, pero me dicen Noah, porque si le quitas lo de “Ai” y cambias la “h” de sitio sale “Noah”.
-Ya ya, hasta ahí llego-sonreimos.
-¿Y tú? Te he insultado ya y todo pero no se ni tu nombre.
-Álex, es de Alejandro, le quitas lo de “andro” y sustituyes la “j” por una “x” y sale Álex.
-Hasta ahí llego.
Reímos y nos conocimos un poco más, dejó a un lado su faceta de borde y la sustituyó por una de alguien más amable y simpático, al cabo de un rato un camarero distinto al de antes nos sirvió la comida.
Era ese típico camarero de película, camisa blanca, chaleco, pajarita, zapatos y pantalones negros, y un fino bigote rizado en las puntas bajo su respingona nariz.
Cuando terminamos de comer comenzamos a hablar al ritmo de antes.
-Bueno ¿bailamos?
Todo aquello me sonaba a historia de amor de chica conoce a chico, cenan, chico invita a bailar a chica y ZAS se enamoran y fueron felices y comieron perdices. Pero aquello era diferente.
-Vale-sonreí.
Diferente pero la chica sigue siendo igual.
Cuando íbamos a empezar a bailar, los músicos bajaron del escenario, y subieron otros y un cantante, aquello ya no era música lenta era rock pero con letra en griego.
Se fastidiaron los planes así que pagamos y nos fuimos a dar una vuelta.

Detrás de cada sonrisa.Capítulo 4:En proceso.

Cuatro y media de la tarde, ya en el hotel.
-¿Sara tu me odias por algo?
-¿Yo por qué te iba a odiar?
-No sé, quizás porque me has citado con un tío al que apenas conozco, que me ha robado la mochila, me ha tirado desde un muelle y con el que no he parado de discutir, nada lo normal-le dirigí una de mis miradas asesinas y sarcásticas.
-Venga ya, no seas exagerada, además te he hecho un favor, que te estás amargando mucho últimamente.
-¿Yo amargada? Pues yo no  veo que sea la típica  tía solterona con 50 gatos.
-Aún no.
-¿Cómo que aún no?
-Anda tira.
Me empujo por atrás hasta el baño y me encerró allí.
-¿Tú que eres tonta o sólo lo pareces?-alcé la voz.
-A veces las dos, se me está pegando de ti-rió.
-Déjame salir.
-No, tú te duchas y yo te saco la ropa.
-Pero si es muy temprano y además no voy a ir.
-Es igual, pues claro que si, si no quieres morir en el baño de un hotel.
-DÉJAME SALIR.
-Hasta luego.
Sara se alejó de la puerta del baño y abrió el armario, mis amenazas y gritos no sirvieron de nada así que obedecí y me duché.
Mientras la bañera se llenaba me puse delante del espejo a practicar mis poses y caras raras. Me salió la cara de viciosilla, la de interesante y la de ``Poker Face´´ y ninguna más porque en seguida se llenó, me metí y eche un líquido que estaba en uno de los pequeños armarios que amueblaban el gran baño, por lo poco que había leído eran sales de baño así que las eche sin miedo, quizás me pasé con la cantidad, pero ¿quién se iba a dar cuenta?  Por el exceso empezaron a salir muchas pompas jugueteé con ellas un rato como una niña de cinco años mientras respiraba un dulce olor a fresa, después me enjaboné y me aclaré y di unos golpes con la mano en la puerta.
-¿Qué quieres?-preguntó Sara casi gritando.
-Que ya he terminado-respondí con sequedad.
-¿En serio?¿De verdad?¿Tu haciéndome caso a mi?
-Que sí, que me abras “pesá”.
*Clic*
Se abrió la puerta.
-Bueno vamos progresando, ahora a vestirse.
-Aiss no tengo ganas…
-¿Te visto bonita?-con una sonrisa y voz sarcásticas.
-No gracias, visto lo que me has hecho para que me duchara no quiero saber lo que me harás para que me vista, seguramente algo estilo Saw.-Reí.
-Jajajá, nah no soy tan mala.
-¿De verdad?¿O es eso lo que tu crees?
Me dio flojo en el hombro.
-¿Qué haces?
-Nada, vístete anda.
-Vale.
Pero antes de empezar a vestirme le devolví el golpe.
-¿Qué haces?
-Nada, lárgate anda.
-Imbécila.
-¿Tu? Ya, venga vete pavoncia.
-Ahora volveré.
-Vale, hasta luego.
-Hasta luego.
Sobre la cama había una falda azul turquesa con volantes, una básica de tirantas blanca y unos tacones de cuña blancos. Hacía un tiempo que no me ponía falda, quizás desde aquello…
Igualmente me vestí con cierta tranquilidad, me puse delante del espejo y me mire unos segundos, cogí unos pendientes me los puse y lista.
*Toc, toc*
Será Sara pensé, abrí, y si, era ella.
-Bueno así mejor-sonrisas.
-Gracias tu también vas muy guapa siempre-saqué la lengua.
-Ya no hace falta que me lo digas jajaja, bueno empecemos.
-Querelona, ¿y a qué vas a empezar?
-Pues a maquillarte.
-Que no anda, un poco de rímel y lápiz de ojos y basta y sobra.
-¿Segura?
-Segura.
Miré el reloj eran algo más de las seis y media aún sobraba tiempo.
-Bueno pero alísame el pelo si eso.
-¿A eso si no? ¿Para qué para que te quedes dormida cómo siempre?
-Mentira siempre no, pero es que me entra sueño no lo puedo evitar…
-Bueno CASI siempre.
-Seh-sonrisa.
-Siéntate anda…
-Ais con lo que te quiero yo.
-Vete por ahí un rato anda, siéntate o te lo haces tu.
-Vale.

domingo, 8 de enero de 2012

En busca de la felicidad.

No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra cumplir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos.
Así que sal fuera, y di bien alto lo que quieras lo que te apetezca en ese instante, incluso cosas sin sentido. Y si quieres promete el mundo, pero nunca olvides que algún día lo tendrás que cumplir.